Hola, alma libre!
Antes de empezar, te invito a hacer un par de respiraciones lentas y profundas. Desacelerar la respiración es codificado por tu cerebro como “estoy a salvo, me puedo relajar”. Y cuando te relajas, hay una capacidad mayor de recibir, de comprender, de asimilar, de conectar puntos y de que este momento que te estás dedicando para nutrirte, pueda nutrirte. Disfrútate mientras lees.
Estoy segura que has oido hablar, o has visto por redes, este concepto de pasar de la 3D a la 5D. ¿Qué significa esto a niveles prácticos? ¿Qué pasa con la 4D? ¿Cómo se relaciona esto con la Espiritualidad y la Libertad? ¿Cómo podemos saber en que Dimensión nos encontramos en este momento? ¿Cómo podemos experimentar esta ascensión hacia la 5D? ¿Para qué querríamos ascender?
Vamos a hablar de todo esto. Si te interesa este tema, te invito a leer hasta el final.
¡Empecemos!
3D, 4D, 5D.. ¿qué significan estos conceptos?
Estos conceptos aluden a la Física, y describen distintas dimensiones, que comprendemos como estados de Consciencia, y que van desde lo más denso a lo más sutil. Vamos a ir viendo una por una, aplicando la Física a nuestra realidad del Ser Humano:
3D
La 3D es la dimensión de este mundo físico. Las 3 dimensiones que podemos apreciar en todo lo que observamos son: Ancho, Alto y Profundo.
La 3D, en el Ser Humano, corresponde al Cuerpo.
El cuerpo tiene una altura, una anchura y una profundidad. El cuerpo es la dimensión física del Ser Humano, la más tangible, la más concreta, la más densa.
Cuando hablamos de “estar en la 3D” o “vivir desde la 3D”, en realidad, a lo que nos referimos es a estar identificada con tu cuerpo. Estas en la 3D cuando crees que Tú eres tu cuerpo y solo tu cuerpo. Cuando crees que la Vida es, simplemente, este mundo material, lo que puedes ver o tocar.
Alguien que vive desde la Consciencia 3D, es alguien que:
- Vive identificada con el mundo material y su cuerpo.
- No es consciente de que hay mucho más allá de lo que los cinco sentidos pueden percibir.
- Se percibe a sí misma separada de otros seres humanos, de la naturaleza que le rodea y del Universo. No ve la conexión, ni la siente.
- Percibe el mundo desde la dualidad, solo ve dos opciones: blanco o negro, bueno o malo, verdad o mentira, afuera o adentro, sí o no.
- Vive desde su estado más animal, más instintivo, desde su Ego, identificada con su personalidad.. en mis términos, vive desde su parte Humana.
- Vive la mayor parte del tiempo en “modo supervivencia”, desde un Sistema Nervioso activado y alerta (SNA simpático), desde el miedo.
- Reacciona, responde desde sus patrones aprendidos u heredados, no es consciente del espacio entre Estímulo-Respuesta.
- Siente que las cosas “le suceden”, cree que está a la merced de las circunstancias, se siente víctima de su realidad, cree que lo que vive afuera no tiene nada que ver con su mundo interno, no reconoce su Poder creador.
- Cree que los recursos son limitados, cree que tiene que luchar para conseguir su supervivencia, vive la vida como una competición, difícil y sufrida.
- Busca salvarse a sí misma y a su clan, y al resto de humanos los ignora o los ve como rivales.
- Su seguridad descansa en sus posesiones y su estabilidad económica.
Recordemos que la Humana es esa parte de nosotras que está diseñada para la supervivencia en este mundo 3D. Si quieres ampliar esta información para entender tu parte Humana, te invito a profundizar en este post.
Es importante entender que todas estamos habitando la 3D en todo momento (mientras estemos en esta experiencia humana), el quid de la cuestión radica en dónde está situada nuestra Consciencia. Desarrollamos esto más adelante.
En este estado de consciencia creemos lo que nos han enseñado, hacemos lo que nos han dicho que es correcto, vivimos la vida que hemos visto en nuestro entorno. Como no hay auto-consciencia, no hay tampoco cuestionamiento. Accionamos nuestra vida desde el piloto automático y en base a lo “normal” y esperado.
Todas empezamos en esta experiencia de Vida desde la perspectiva de la tercera dimensión y, a medida que vamos experienciando la Vida, vamos des-cubriendo y experimentando nuestra Consciencia desde otras dimensiones. Y, aunque quizás no uses este vocabulario, estoy segura que a medida que vayas leyendo este post vas a darte cuenta de que mucho de esto te suena familiar.
4D
Si las 3 dimensiones anteriores describen el Espacio (ancho, alto y profundo), la cuarta dimensión incluye al Tiempo. Y, así como la correspondencia de la tercera dimensión en el Ser Humano es el Cuerpo, la cuarta dimensión corresponde al Alma.
La cuarta dimensión podemos entenderla como la dimensión energética, cuántica.
En esta cuarta dimensión están nuestros pensamientos (ondas eléctricas), nuestras emociones (ondas magnéticas), nuestra energía sexual/vital que recorre nuestros chakras y meridianos (energía vital), las memorias de nuestro Inconsciente personal y transgeneracional (almacenado en nuestras células), toda la información del Inconsciente Colectivo (Regitros Akáshicos),…
Alguien que está desde el estado de Consciencia de la 4D:
- Es consciente de que es consciente, es decir, tiene auto-consciencia.
- Se reconoce como mucho más que un cuerpo; puede observar sus propios pensamientos, habitar sus emociones, sentir la energía desde la que está vibrando y percibir sincronicidades. Por lo que empieza a perder interés por el mundo material y empieza a tener más interés por nuevos conocimientos, la búsqueda de Verdad y el mundo espiritual.
- Hay consciencia de la relación cuerpo-mente-espíritu, por lo que emerge un interés por el cuidado del cuerpo y su salud (no solo la apariencia, como sucede en la 3D), la salud mental y la conexión espiritual.
- Es consciente de su Poder creador y reconoce que su campo electromagnético (pensamientos+emociones), la información de su inconsciente (creencias, heridas, miedos,…) y, en general, sus frecuencia vibratoria, juega un rol importante en la realidad que está manifestando.
- Se vuelve consciente de la “Matrix” en la que vivimos, puede ver más allá de Maya, de la ilusión de las formas.
- Hay capacidad de introspección, de ir a la raíz y profundo de las cosas, hay cuestionamiento interno y un interés genuino por encontrar su Verdad y elegir desde qué paradigma quiere vivir su Vida.
- Es consciente de que tiene la libertad de decidir como accionar frente a las circunstancias en lugar de, simplemente, reaccionar. Se amplia el espacio/tiempo que hay entre Estímulo y Respuesta. Puede Responder de forma consciente y tomar la responsabilidad de sus elecciones.
- Valora y dedica tiempo/energía a reprogramar su inconsciente, sanar sus heridas, perdonar el pasado, regular el Sistema Nervioso… para soltar todos esos condicionamientos que le limitan y no le permiten expresar su verdadera Esencia.
- Deja de percibir la realidad desde la dualidad, entendiendo que como es adentro es afuera. Es capaz de comprender que lo que percibimos como polaridades son expresiones de una misma energía. Y que lo que parece “bueno” o “malo”, en realidad, es relativo.
- Comprende que solo existe el Ahora, y vive cada vez más en el Presente; soltando la tristeza/culpa/rencor del pasado, y la ansiedad/control del futuro.
- Se percibe conectado con la Tierra y sus Seres vivos y aboga, no solo por su propio bienestar, sino por el bien común y del colectivo.
Nuestro Ser en la 3D, el Cuerpo, es la manifestación más densa de nuestro Ser en la 4D, el Alma. Esto es lo que Einstein logró explicar a través de esa fórmula tan conocida: E=mc2; en la cual demuestra científicamente que materia (Cuerpo) y energía (Alma) son lo mismo. No equivalentes, lo mismo (en distintas frecuencias).
En esta cuarta dimensión, ya no actuamos de acuerdo a la expectativas familiares o de nuestro entorno, sinó que empezamos a elegir nuestra Vida desde nuestra Libertad y a definir cada vez más nuestra individualidad. Nos empoderamos.
En la 4D suele emerger el ego espiritual, y nos confundimos pensando que estamos “más avanzados que otros”, nos volvemos “salvadores del mundo” y queremos “ayudar” incluso a quien no nos solicita ayuda. Este será uno de los aspectos importantes a trascender para vivir desde la 5D.
La 4D funciona como un puente que une la tercera y la quinta dimensión. Si lo miramos desde la perspectiva del Ser Humano, podemos entender que la 4D (Alma) es el puente entre la 3D (Cuerpo) y la 5D (Espíritu), es decir, el Alma (la psique) es el puente entre la Humana y la Diosa que Somos.
Paréntesis: a veces se utiliza la palabra “Alma” como sinónimo de “Espíritu” y yo misma he mezclado estos conceptos muchas veces, pero a partir de ahora voy a hacer esta distinción precisa y a utilizar estos términos tal y como los describo en este post.
Una analogía para comprender la relación entre la 3D (Cuerpo, materia) y la 4D (Alma, energía) es la de los electrones de un átomo.
Los electrones no son bolitas girando alrededor del núcleo, sinó que son una nube de infinitas posibilidades. Los electrones pueden manifestarse como onda o como partícula (si nunca has oído hablar del “Efecto Observador” o del “Experimento de la doble rendija” te recomiendo encarecidamente que veas este vídeo de menos de 5 minutos donde lo explican de una forma muy comprensible). Pues bien, aquí viene lo interesante: Cuando, frente a un átomo, los investigadores quieren localizar dónde se encuentra el electrón dentro de esa nube, la función de onda se “colapsa” y el electrón se manifiesta como materia en un lugar concreto, puede apreciarse con certeza que lugar ocupa el electrón en ese momento; sin embargo, cuando los investigadores dejan buscar la localización del electrón, este regresa a su función de onda y se expande por todo el espacio.
-Es fascinante que la Ciencia que está investigando a nivel cuántico/energético, como la Física Cuántica, ya esté pudiendo demostrar que, a ese nivel, las leyes del Tiempo/Espacio no son las mismas que las leyes que nos rigen en el plano material-.
Trasladando esta analogía al Cuerpo y al Alma: el Cuerpo es la materialización del Alma en un punto concreto del Espacio y en un momento concreto del Tiempo. El Alma es esa función de onda que se extiende por todo el Espacio y a lo largo del Tiempo. El Cuerpo es la manifestación del Alma en este instante de Vida aquí en la Tierra, mientras que el Alma está presente en todos los tiempos y en todos los Universos. Si observamos el Tiempo como la ilusión que es, pasado, presente y futuro confluyen en un solo instante, el eterno Ahora. El Alma existe en ese eterno Ahora, mientras que el Cuerpo es la manifestación en un punto concreto del Tiempo y Espacio. El Cuerpo es el Alma “colapsada” en un espacio/tiempo concreto.
¿Esto quiere decir que a la vez que escribo este post, mi Alma esta también habitando, por ejemplo, en un tiempo pasado en otro planeta? probablemente Sí.
Pero solo soy consciente de mi experiencia en este colapso de tiempo/espacio.
De hecho, tenemos la capacidad de conectar con nuestra Alma en otros tiempo/espacio, pero la mayoría de nosotras tenemos esta capacidad dormida (información de nuestro ADN que -aún- no está activada). Esto da para otro post, vamos a dejarlo aquí en este momento, y a proseguir con la 5D.
5D
La 5D vibra en Amor Incondicional, Unidad, Sabiduría.
En el Ser Humano, la 5D corresponde al Espíritu. Ese pedacito del Todo, de la Fuente, de la Consciencia Divina,… la Diosa que Somos.
A diferencia de la 3D (Cuerpo, materia) y la 4D (Alma, energía) que están en constante transformación -Shakti-, la 5D (Espíritu, Consciencia Cósmica) es inmutable -Shiva-.
Siguiendo con la analogía anterior, si Cuerpo/Alma son el electrón/nube de electrones, el Espíritu sería el núcleo del átomo. El núcleo es lo que permite que el átomo Sea, y permanece en quietud.
Cuando nuestra Consciencia se expande a la 5D, tenemos una sensación de alzarnos sobre nuestra realidad y de tener vista de águila, pudiendo apreciar un contexto mucho más amplio que nos permite la comprensión profunda del momento presente. Conectamos con una certeza interna de “todo es perfecto”, nos inunda la Paz interna y sentimos el chakra Corazón abierto de par en par, pudiendo experimentar en el Cuerpo el Amor Universal.
Alguien que está desde el estado de Consciencia de la 5D:
- Vive desde un estado de Amor incondicional, Paz, Libertad y Abundancia.
- Hay coherencia total entre el sentir, decir y hacer.
- Hay un cuidado consciente de todo su Ser: cuerpo, mente y espíritu.
- Experimenta una entrega absoluta a la Vida, no se preocupa por su supervivencia, se sabe sostenida y cuidada en cada momento, hay confianza plena.
- Percibe su realidad desde una comprensión profunda y elevada (vista de águila).
- Es más sensible y perceptible, siente las energías más sutiles y tiene la capacidad de transmutarlas.
- Vive desde un estado más de “observadora” de su realidad, soltando por completo la ilusión de control de su Vida.
- Ha rendido su Ego, para estar al servicio de algo más grande. Ya no le perturba que no suceda “lo que le gustaría”, sino que acepta lo que Es en cada momento.
- Ya no tiene interés en lograr sus propios objetivos o metas, se mueve guiada por su Espíritu. No tiene interés en su éxito personal, sinó en la ascensión planetaria.
- Hay un fluir constante con lo que la Vida le va mostrando, que le permite vivir en armonía.
- Hay acceso directo a la Sabiduría interna, y se siente una fuente inagotable de información.
- No trata de cambiar a otros, porque entiende que todos estamos en nuestro proceso y es perfecto como Es.
- Crea vínculos profundos y reales, desde la vulnerabilidad y el empoderamiento.
- No experimenta el sufrimiento. No se resiste a lo que Es, mantiene el corazón abierto en todo momento.
- Su intuición está afinada y conecta con planos más elevados de Consciencia, pudiendo canalizar la Consciencia de otros Seres extraterrenos, Maestros ascendidos, Guías y otros Seres de Luz.
- Percibe muchas señales, sincronicidades y mensajes de la Vida que van guiando su camino.
- Sus manifestaciones se aceleran, sus pensamientos y sus palabras tienes más poder creativo. Manifiestan desde el campo cuántico de las infinitas posibilidades.
Esto es una guía, cada uno puede vivenciar distintas cualidades, con distinta intensidad, y lo más importante es que cada quien honre su propio proceso y su propia experiencia de Vida.
Para poder conectar con nuestro Espíritu -con nuestra Diosa- la energía vital necesita ascender hasta los chakras más elevados: el chakra garganta (que nos permite manifestar realidades a través de la palabra), el chakra del tercer ojo (que nos da la Visión y nos conecta con la Intuición) y el chakra corona (que se abre a recibir información de los planos superiores). Y para que la energía vital pueda elevarse hasta estos chakras, necesitamos tener abierto el chakra del corazón (el del Amor incondicional), que es el puente que separa los chakras superiores (del Espíritu) con los chakras inferiores (del Cuerpo). Por ello, cuando estamos vibrando en la dimensión de la 3D, nuestros sistema nervioso está desregulado y nos movemos la mayor parte del tiempo en base al miedo (modo supervivencia, Sistema Nervioso Simpático), nuestro chakra corazón se cierra y no tenemos acceso a habitar nuestros planos de Consciencia superiores. Por ello, para poder Vivir desde la 5D, es importante que regulemos nuestro Sistema Nervioso. Solo cuando nuestra parte Humana se siente segura y a salvo, podemos abrir el chakra corazón, y permitir que la energía ascienda hacia los chakras más elevados, para encontrarse con la Consciencia Cósmica.
Todas estamos en todas las dimensiones a la vez, porque somos seres mutidimensionales. La cuestión es dónde está nuestra consciencia, nuestro enfoque.
Es importante señalar que hacemos esta distinción tan clara entre 3D, 4D y 5D, porque es la forma en la que nuestra mente puede comprender mejor… pero la ascensión no ocurre de forma lineal, la realidad es mucho más compleja. Nuestra Consciencia va oscilando de una a otra dimensión de forma continua. El cambio es paulatino y para ascender a una nueva dimensión, antes pasamos mucho tiempo oscilando entre las dimensiones anteriores, anclándonos cada vez más en la dimensión más sutil que conocemos, hasta que hacemos un salto de consciencia a una nueva dimensión más elevada.
Sería algo así: 3D, 3D, 3D, 3D, 3D, 3D, 3D, 4D, 3D, 3D, 4D, 3D, 3D, 3D, 4D, 3D, 4D, 3D, 4D, 4D, 3D, 4D, 4D, 4D, 3D, 4D, 4D, 4D, 4D, 4D, 5D, 4D, 4D, 4D, 5D, 4D, 3D, 4D, 5D, 4D, 5D, 5D, 4D, 5D, 5D, 5D, 4D, 5D, 5D, 5D,… Esta es una forma juguetona de representar este proceso de ascensión.
Sabéis que lo que escribo en esta newsletter lo hago desde mi experiencia, por lo que me parece oportuno aclarar que, aunque menciono aquí las características de alguien que vive en la 5D, yo no he experimentado vivir desde la 5D como un continuo. No tengo ni idea, si quiera, de si es posible mantenernos estables en la 5D mientras estamos en una experiencia humana, habitando un cuerpo humano.
Así que, después de haber explicado la teoría de lo que significa la 3D, 4D y 5D, quiero compartirte brevemente cómo ha sido mi experiencia en este camino.
Mi experiencia en este camino de ascensión y expansión de Consciencia
Mirando hacia atrás mi historia de Vida, puedo ver con claridad cuando habitaba desde la 3D.
Mi infancia no la recuerdo, pero mi adolescencia la recuerdo sumida en esa perspectiva de la 3D. Recuerdo que mi padre (que es químico y apasionado de la física cuántica) ya me hablaba del Experimento de la doble rendija, de las ECM (Experiencias cercanas a la muerte), del poder de la mente,… y aunque me parecía fascinante todo ello (aun recuerdo las noches, mientras mi madre y mi hermana dormían, mi padre me explicaba esta cosas y yo me lo quedaba escuchando asombrada y curiosa con sed de saber más), mi mente absorbía esa información, pero yo la sentía como separada de mi y de mi experiencia de Vida (la información no nos transforma a menos que la integremos en el cuerpo). En esa adolescencia yo vivía en constante conflicto con mi madre, toooooodos los dias discutíamos, nos gritábamos,… Recuerdo como mi padre, en un intento de ayudar, me decía: “Aixa, si tú cambias, la mama cambiará. Tienes poder para cambiar esta situación”, y yo le respondía “Pero es que la mama, esto y lo otro… y no es justo… y bla, bla, bla”. Me sentía víctima, me sentía impotente. Creía con todas mis fuerzas que ella era la culpable y que ella era la que tenía que cambiar. Experimenté mucho sufrimiento. Esto es vivir desde la 3D en estado puro.
A mis 18 (2008) empecé la carrera de psicología, guiada por una curiosidad incesable por des-cubrir(me) cómo funciona el Ser Humano, y qué poder tiene sobre su realidad. Estos años de carrera fui ampliando, a la vez, mis conocimientos leyendo sobre física cuántica, espiritualidad, distintas religiones del mundo (mi madre era muy religiosa y me introdujo en el cristianismo… en mi edad adulta estudié sobre hinduismo, budismo, judaísmo, taoísmo, chamanismo… para descubrir cuál es la esencia que hay en común en todas ellas. Spoiler: el Amor),…
Hasta que terminé la carrera en 2012/2013 y me pregunté… y ¿ahora qué?
Recuerdo como todas mis amigas de la uni me contaban “yo voy a hacer el postgrado de no se qué, yo el máster de no se cuánto,…” y recuerdo leerme la lista de opciones de postgrados y másteres universitarios una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez,… y nada me parecía lo suficientemente interesante. Llegaba el momento de anotarse, y yo aún no había escogido, por lo que decidí “dejar escapar” ese año de estudios, para enfocarme en encontrar qué quería seguir estudiando.
(Gracias, Aixa del pasado, por no sucumbir a la presión social y permitirte ese espacio para encontrar lo que estaba destinado a ser para ti).
Pasaron 4-5 meses en los que prácticamente todos los días hacia una búsqueda exhaustiva de postgrados y másteres. Amplié mi campo de búsqueda más allá de lo ofrecido por lo estado (porque nada satisfacía mi sed curiosa) y empecé a buscar también opciones privadas. Hasta que encontré MI opción: Máster en Psicología Transpersonal. Yo en ese momento ni sabia lo que eso significaba, pero cuando miré el plan de estudios y sus asignaturas… un fuego interno se encendió y lo tuve clarísimo. Aún recuerdo cuando le conté a todo mi entorno: “Ya sé que quiero estudiar!”. Solté mi búsqueda y esperé impaciente a que llegara septiembre para empezar.
Septiembre de 2014, recuerdo llegar a mi primer día de clase. Me imaginaba entrar a un aula con mesas y sillas, pero me encontré una sala con colchonetas dibujando un círculo. Los zapatos se dejaban afuera. Había un poco de teoría y mucho de experiencias vivenciales. No os puedo contar la revolución que vivió mi Ser, pero basta con que os explique que, después del segundo año de máster, en 2016, tomé la decisión de divorciarme (me había casado 5 años atrás y estábamos buscando nuestro primer hijo), dejar mi trabajo, dejar mi ciudad, hacer una mochila e irme a vivir a una comunidad en las montañas del norte de Catalunya. Mi vida cambió por completo.
¿Qué había cambiado? Mi estado de Consciencia, y como consecuencia, toda mi realidad. Había integrado en mi cuerpo una forma de interpretar y experimentar la Vida desde un lugar muy distinto, la 4D.
Aunque en el máster había vivido experiencias de la 5D, solo había experimentado ese estado cuando hacíamos Respiración Holotrópica -que es una técnica de respiración para entrar en estados alterados de Consciencia-. Aún lo sentía como un estado lejano a mí y difícilmente accessible, no lo tenía integrado en mi cuerpo, sin embargo, fue una puerta de nuevas posibilidades que se abrió para mostrarme qué había más allá de mi percepción limitada.
A partir de 2016 y hasta 2020 mi experiencia fue esta:
Un constante ir y venir de la 3D a la 4D. De identificarme con el cuerpo y sentirme víctima, a recordarme quién Soy, ampliar visión y redefinir la historia que me estoy contando, para retomar mi Poder.
Al principio, me resultaba muy difícil mantenerme en la 4D. Regresaba constantemente a la 3D, y este movimiento para volver de la 3D a la 4D ofrecía más resistencia, se me hacía más difícil y me tomaba más tiempo. Sentía como si yo en realidad fuera la 3D, pero pudiera hacer algún tipo de alquimia que me trasladaba a la 4D. A medida que fueron pasando los años, cada vez me resultaba más facil y rápido el darme cuenta de que estaba desde la 3D y volver a la 4D. De forma que, cada vez, fui sintiéndome mas “real” estando en la 4D, y cuando volvía a la 3D me daba cuenta enseguida, se me hacía raro, lo sentía falso, mentira, me hacía ruido… por lo que rápidamente volvía a mi estado “real”, la 4D. La 5D seguía siendo algo bastante inaccesible y que sentía que no podía elegir voluntariamente: a veces accedía a través de una meditación, y a veces no. A veces accedía observando un amanecer, y a veces no.
En 2018 viajé a las Américas (yo pensaba que para dos meses, pero aquí sigo actualmente) y en estas tierras probé varias sustancias psicodélicas (hongos y LSD principalmente) que me trasladaron muchas veces a la 5D, de forma que empecé a familiarizarme cada vez más con ese estado de Amor Incondicional. En 2020, cuando estuve viviendo en la Selva Amazónica de Perú (la pandemia la pasé allá), tuve el honor de tomar varias medicinas de la selva (Ayahuasca, Changa…) y, especialmente recuerdo una ceremonia de Changa que me llevó al estado de Conciencia más elevado que jamás haya experimentado (ahí me di cuenta que, hasta ese momento, a penas había rozado las puertas de la 5D, estaba vez, estaba totalmente sumergida en este estado de Consciencia). Mi cuerpo se desintegró y me elevé a una dimensión en la que era Consciencia Pura. Desde ese estado pude comprender muchas cosas que me encantará desarrollar en otro post. Desde ese momento, fue como si acabara de creerme, con todo mi Ser, Quien Soy. Ese Amor Incondicional ya no era más un estado alejado de mí y dificilmente accesible, ahora sabía (con todas mis células) que eso era mi estado más “real”.
Desde 2020 y hasta hace unas semanas, solía estar desde la 4D e iba experimentado el estado de la 5D cada vez de forma más fácil y accesible. Ya no necesitaba usar una técnica de respiración, ni tomar psicodélicos, ni medicina de la selva para acceder a ese estado. Cada vez me sostenía más tiempo en la 5D, aunque siempre regresaba a la 4D.
A día de hoy, puedo acceder a la 5D de forma voluntaria, en el instante en que así lo decido (siempre y cuando no esté desde un Sistema Nervioso activado (3D), en ese caso, primero necesito regular mi SNA (4D), y después puedo acceder a la 5D).
Mi estado “natural” se ha ido transformando paulatinamente (como pasó de la 3D a la 4D), y hace unas semanas sentí una gran expansión interna que me ha llevado a sostenerme en la 5D por varios días, hasta que regresé a la 4D, y al momento de reconocerlo, volver a la 5D, y 4D y 5D,… Así me siento en este momento, mayormente en la 5D, pudiendo sostenerme ahí como nunca antes había experimentado.
Mi experiencia hasta aquí, me dice que cuando vivimos desde la 5D, no es de forma constante (porque seguimos habitando este cuerpo en este mundo 3D), y que por lo tanto, volvemos en algún momento a la 3D (cuando se dispara un miedo), pero es insostenible ese estado (es como estar actuando), e inmediatamente nos movemos a la 4D. Y de la 4D, a la 5D de nuevo. La 4D aún puedo sostenerla (no es como la 3D que me resulta insostenible), pero ya me hace ruido, puedo verme desde la vista de águila y sé que puedo elevarme cuando así lo decida, ya no lo siento como mi estado más “real”.
¿Qué hay más allá de esto? No tengo puta idea.
Fin.
Wow. He dedicado unas 12 horas a escribir este post. Está para leerlo en fascículos, porque telita con todo lo que ha salido. Si has leído hasta el final, mi más sincera admiración. Me encantará leer en comentarios si ves similitudes entre mi camino y el tuyo, y qué diferencias percibes. Me encantará conocer como ha ido tu proceso y como lo vives a día de hoy.
Gracias, gracias, gracias.
Nos amo y nos quiero libres.
Aixa Seele ❤️🔥